Cambios meditados con el fin de crear entornos de trabajo más saludables para los cuidadores de la salud y ayudar a las organizaciones a superar muchos de los retos a los que se enfrenta el sector salud hoy en día. Invertir en una experiencia de trabajo positiva no solo refuerza a su personal, sino que puede promover una mejor atención al paciente.
Abordamos los impulsores actuales del bienestar y la retención con ideas prácticas que pueden ayudar a renovar y revitalizar al personal de enfermería a corto y a largo plazo.
El estado actual de la enfermería
Hay casi 28 millones de empleados de enfermería en todo el mundo, con casi 315.000 personal de enfermería solo en México. A pesar de estas altas cifras, la escasez sigue siendo un problema en la región de Latinoamérica, sobre todo en México, donde solo hay 2,9 enfermeros y enfermeras por cada mil habitantes. En Chile, por ejemplo, hay 6,5 por cada mil habitantes.
Antes de la pandemia, las investigaciones mostraban que habría escasez de personal de enfermería, pero tras COVID-19 se ha tenido un impacto sin precedentes sobre el personal de enfermería. Por eso, la escasez de personal es un reto fundamental para los responsables sanitarios.
Muchos se plantean dejar la profesión y el personal de enfermería a todos los niveles se enfrenta a los efectos del estrés crónico. Según un estudio de la American Organization for Nursing Leadership (Organización Norteamericana de Responsables de Enfermería), casi el 74 por ciento de los responsables de enfermería identificaron la salud emocional y el bienestar del personal como el principal reto durante la pandemia, con respecto al 50 por ciento que afirmaron lo mismo en julio de 2022.
Además de las preocupaciones sobre la salud mental y emocional, el personal de enfermería recibe la presión de otros retos como el envejecimiento del personal, el desgaste laboral, la conciliación entre vida personal y profesional e incluso la violencia.
“Me preocupan el desgaste y la salud mental del personal de enfermería y otros proveedores de cuidados en el panorama actual, que viven más pérdidas y traumas en una semana o un mes de los que muchos otros han podido ver en toda su carrera. No creo deba menospreciarse la factura que nos pasará esta realidad”.
April Hansen, RN (Enfermera Registrada), MSN (Máster en Ciencias de la Enfermería) y Vicepresidenta Ejecutiva de Soluciones de Personal y Servicios Clínicos en la Agencia de empleo Aya Healthcare
El cuidado del personal de enfermería a corto plazo
Se trata de problemas complejos y de múltiples facetas que no cuentan con soluciones sencillas. Sin embargo, existen estrategias que las organizaciones sanitarias pueden implementar para contribuir a la creación de entornos solidarios y saludables, de modo que los proveedores de cuidados puedan sentirse lo mejor posible y prestar la mejor atención. A corto plazo, las organizaciones deberían plantearse cómo:
Sensibilizar sobre la contaminación acústica
Alarmas, teléfonos que suenan, llamadas por altavoz… Todo esto y más puede generar un ambiente ruidoso y a menudo estresante tanto para el personal de enefermería como para los pacientes en un entorno de atención sanitaria.
La “contaminación acústica” y los sonidos no deseados o perturbadores suelen asociarse con el ruido del tráfico y de los aviones, pero también son una realidad en los sistemas sanitarios concurridos que los aleja de ser espacios curativos.
Coloque un lector de decibelios en varios puntos de las instalaciones para conocer el nivel de ruido en la zona. Muchos trabajadores del sector ya se han vuelto insensibles al ruido del ambiente y quizá no sean conscientes de que el ruido constante puede molestar a los pacientes, o incluso afectar su propia salud física, sueño y concentración.
Mejorar la calidad del aire
Para apoyar la salud de proveedores de cuidados y pacientes, las organizaciones deberían controlar y mejorar la calidad del aire. La pandemia de COVID-19 resaltó la importancia de una ventilación adecuada y de los sistemas de filtración HEPA (recogedores de partículas de alta eficiencia).
La mala ventilación puede aumentar la incidencia de enfermedades transmitidas por el aire, lo cual puede afectar negativamente a la salud de cualquiera que se halle en las instalaciones, También del personal de enfermería necesario para cuidar de los enfermos.
La limpieza y sustitución frecuente de los filtros de aire son procedimientos de mantenimiento estándar que pueden ayudar a mejorar la calidad del aire a corto plazo. Investigar e invertir en la última tecnología a largo plazo puede impulsar un proceso más eficaz y rentable que contribuya a crear un entorno más seguro ante las enfermedades infecciosas, bacterias, gérmenes y virus.
Limitar las necesidades de horas extraordinarias
Para mitigar el riesgo de desgaste para el personal de enfermería, plantéese a fondo la necesidad de las horas extraordinarias, ya sean voluntarias u obligatorias. Las horas extraordinarias suelen ser una triste realidad de la continua crisis de personal y puede tener un impacto negativo en la salud, la retención y el rendimiento de los cuidadores de la salud.
Los turnos más largos y el menor número de días libres obliga al personal de enfermería a sacrificar el tiempo del que disponen para descansar físicamente y recargarse mentalmente. Sin ese tiempo tan necesario, es más probable que el personal de enfermería se desgaste o contribuya a errores médicos de mayor o menor envergadura.
Es posible que las horas extras sean una fuente de ingresos primordial para el personal de enfermería, por lo que establecer límites en las horas semanales puede ayudar a promover el equilibrio y el bienestar en general.
El cuidado del personal de enfermería a largo plazo
Las correcciones a corto plazo constituyen un buen punto de partida, pero para que el impacto en el bienestar y la retención los proveedores de cuidados sea el mayor posible, planee estas iniciativas a largo plazo:
Actualice la tecnología para nuevos flujos de trabajo
Según un estudio de McKinsey, el uso de la telemedicina es 38 veces mayor que antes de la pandemia. Los expertos opinan que el uso de la telemedicina continuará, solidificando este cambio en cómo prestamos y recibimos la atención.
Las organizaciones sanitarias deberían planear la sustitución de las configuraciones temporales de telesalud por soluciones profesionales que promuevan unos flujos de trabajo flexibles y una mejor comunicación entre pacientes y personal de la salud.
Elija una combinación de estaciones de trabajo móviles con cámaras que puedan desplazarse de habitación en habitación y estaciones de trabajo montadas a la pared que ofrezcan una solución de ahorro de espacio.
Asegúrese asimismo de invertir en tecnología y equipamiento de videoconferencia que pueda usarse entre los pacientes y los familiares, especialmente cuando el aislamiento sea obligatorio. Cuando seleccione nuevo equipamiento, elija soluciones que ofrezcan diversas configuraciones de nivel de ruido para contribuir a una experiencia positiva para el personal de la salud y pacientes.
Invierta en soluciones ergonómicas
El cuidado del personal médico a largo plazo va más allá de las actualizaciones tecnológicas. Se trata de reconocer la importancia de la ergonomía, las posturas neutrales y el equilibrio entre el movimiento y el descanso. En un estudio reciente, un 95 % de los encuestados afirmaron que un mejor equipamiento ergonómico puede contribuir al bienestar en el trabajo.
En los entornos sanitarios digitales actuales, los cuidadores de la salud pasan horas cada turno completando documentación. Es fundamental que este tiempo que pasan al ordenador sea saludable y no añada estrés físico y mental. Las soluciones ergonómicas adecuadas son regulables en altura con un sencillo movimiento del monitor y ofrecen una experiencia personalizada.
La opción de pie/sentado permite al personal sanitario elegir la posición adecuada para ellos, tanto de pie para introducir valores vitales rápidamente, como sentados para terminar alguna tarea más exhaustiva.
Comprometerse con nuevos programas de salud mental
Además de preocuparse por el bienestar físico del personal médico y enfermería, los responsables también deberían comprometerse del mismo modo a fomentar su bienestar mental. La atención sanitaria siempre ha contado con entornos laborables estresantes, y los retos de falta de personal, a los que se suma una crisis sanitaria global aún en evolución, han contribuido a unos niveles sobrecogedores de desgaste y tensión.
Vaya más allá de las simples soluciones tan comunes como tarjetas de regalo y comida gratis, y ofrezca unos servicios de salud mental ampliados a todo su personal como, por ejemplo, programas de orientación. Programe reuniones regulares entre los equipos para que los empleados compartan preocupaciones y otras sensaciones que puedan ayudarles a apoyarse entre sí con el fin de aliviar su estrés mental.
Cree espacios “resimerciales”
No existe mejor momento para volver a comprometerse con el bienestar de los cuidadores de la salud que durante el rediseño o una nueva construcción.
La tendencia “resimercial” (residencial y comercial) ya está introduciendo unos diseños de espacios sanitarios más acogedores y cálidos que generan entornos curativos para los pacientes. Esto, a su vez, puede beneficiar al personal que trabajan día a día en estas zonas.
Habitaciones privadas, un aislamiento acústico cuidado y luz natural pueden disminuir las distracciones y levantar el ánimo al personal de enfermería, personal médico y otros empleados. Incorporar a los subcontratistas médicos en el proceso de diseño para garantizar que sus productos encajarán adecuadamente en el espacio, o plantearse a conciencia la ubicación de armarios de suministros y otros recursos también puede mejorar enormemente los flujos de trabajo diarios del personal.
Crear entornos para que el personal de enfermería se sienta lo mejor posible
Incluso en instalaciones sanitarias transitadas, existen numerosas oportunidades de realizar pequeños cambios con un impacto significativo en el bienestar y la retención de los proveedores de salud. Descubra cómo crear entornos donde los trabajadores del sector salud se sientan lo mejor posible física y mentalmente y puedan cuidar mejor de sí mismos y de los pacientes.